jueves, 7 de agosto de 2008

Llorar...,

Llorar, no enmudece al alma.
Refresca el espíritu
como rocío a la mañana.
Llorar, amansa la fiera
que dentro se arrastra.
Llorar, unifica
el efecto con la causa.
Llorar, es darle a la
energía alas blancas.
Llorar, es abrir, a la
conmoción, la compuerta;
y deslizarse por la cara,
para morar en la garganta.
Llorar..., llorar no aporta nada.
La causa sigue existiendo,
no sabemos erradicarla.
Llorar, es penar una falta;
no decir te quiero, o
un: qué te pasa.
Llorar, se dice: "llorar",
a una emoción callada,
que aún siendo de mucha gente,
sólo tú la pasas.
Llorar, no es de humanos,
sino de una vida ingrata
Llorar, llorar, lo que se dice llorar,
sólo ha de hacerse
para el lagrimal sanar.

No hay comentarios: