viernes, 8 de agosto de 2008
Estaba Eros en suelo sentado
Estaba Eros en suelo sentado,
la pierna derecha estirada,
la izquierda recogida
sobre ésta; la mano doblada
de soporte a la barbilla, servía.
Pensamientos, emanaba, amorosos
sobre la psique, vertía.
Cada vez que al alma llegaban
arrebatada caía.
A Inannna -madre del cielo y tierra-
pidió intercediera, para que
Eros y ella se hermanaran,
pues cada vez que Él
en ella pensaba, en carro
el cielo la abducía.
¡Oh! Madre mía, haz de
tu voluntad, la mía.
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