Barberá recibió amenazas de muerte horas antes de morir. Desde su móvil mandó sms a un alto cargo del ministerio del Interior para que estuvieran al tanto por la veracidad de las amenazas. Al parecer, gente de la Gürtel no estaba muy contento con que Barberá respondiera a las preguntas del juez. No bostante, me niego a quedar satisfecho con que nos saquen de la cabeza la impronta del asesinato. En un principio nadie dudaba de la presión sufrida por la exalcaldesa y ahora resulta que vemos con total satisfacción y normalidad la del asesinato. Una forma, tal vez, de sacar el tema para que lo olvidemos pronto. Todo el mundo coincide en que los políticos son unos chorizos y matones; y como todo el mundo lo piensa el mismo grupo de gente lo olvida. El resto piensa que son conspiraciones de gente que no tienen otro modo de pasar el tiempo. Lo evidente es, que la opinión de la gente se dirigió inmediatamente hacia la muerte impuesta. El hotel debería saber qué tipo de gente entró y se comunicón personalmente con Rita. No creo que en ese momento cualquier persona pudiera salir y entrar con total impunidad sin que los del hotel se percataran. Ota cosa es que fuera alguien conocido y estuviera también hospedado allí. En cualquier caso, espero que sigan las investigaciones y nos enteremos quién o quienes fueron los causante de dicha muerte. No creo que Rita se fuera por voluntad propia.
viernes, 2 de diciembre de 2016
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