ya se ha visto quienes son los mandriles llegados y a qué han arrivado a enaltecer. Se han presentado a enaltecer 53 años de sometimiento, pobreza, humillación, a los ciudadanos cubanos, justo, hasta el día de autos. Y digo, hasta el día de autos, porque, hasta ese día, prohibieron a la población pasarlo bien porque el asesino, el dictador Fidel, había muerto. Su hermano Raúl ya ha dicho a la población que no esperen tener un motivo de gloria porque haya muerto su hermano, sino que las cosas en la isla van a continuar igual. Nada de una falsa democracia ni algo parecido. La dictadura es el ADN de los Castro.
En España, la transición se hizo bajo el filo o presión de la política europea y aunque no fue del todo equitativa -dado que el euro se fraguó bajo el valor del franco alemán, mermando el valor de la peseta-, Franco nos dejó a aquél niño que, con el tiempo, se convirtió en un jeta de mucho cuidado. La herencia franquista, nos legó su parte mísera y laxa de la monarquía borbónica. Al joven rey, cada día le cuesta más leer los cuatro párrafos que le escriben y, su semblante, cada día, es más de dejadez en funciones. No así ella, que le mira con cara de mala leche, como reprochándole la tontez monárquica que lleva en los genes. ¡Eso es amor! Ese amor que surgió del flechazo de Eros, aquel día de primavera entre risas, roces, miradas, flores y olores primaverales el Príncipe Azul arribó a las cortes del reino del Poder de la palabra y la imagen: RTVE. Ella estaba allí, sus miradas se encontraron y dieron alas al arco que disparó la flecha y ésta, se encontró taladrando el corazón de aquella diva de la información televisiva. Había comenzado el reinado del Príncipe Azul. Para desgracia de los sufridos españoles, por segunda vez.
Menos mal a Estados Unidos el monarca I, no se tuvo que codear con Otegi. EEUU no permite que los etarras circulen libremente por territorios americanos: sean del sur o del norte. De este modo, Otegi, ha tenido que quedarse en tierra porque no es del agrado americano. ¡Con dos cojones! Y, sin embargo, los tenemos en España en las administraciones públicas, llevándose la pasta indignamente, viviendo de esa pasta indignamente, y presionando a la otra parte de España a base de amenazas... otros como los catalanes. Y sin embargo ahí los tienes, danzando por el país vasco; limitando las libertades de los vascos. Otros como los Castro en Cuba. Qué alegría da cuando hay alguien que no teme la amenaza de los asesinos. ¡Ole por los americanos!
En España, la transición se hizo bajo el filo o presión de la política europea y aunque no fue del todo equitativa -dado que el euro se fraguó bajo el valor del franco alemán, mermando el valor de la peseta-, Franco nos dejó a aquél niño que, con el tiempo, se convirtió en un jeta de mucho cuidado. La herencia franquista, nos legó su parte mísera y laxa de la monarquía borbónica. Al joven rey, cada día le cuesta más leer los cuatro párrafos que le escriben y, su semblante, cada día, es más de dejadez en funciones. No así ella, que le mira con cara de mala leche, como reprochándole la tontez monárquica que lleva en los genes. ¡Eso es amor! Ese amor que surgió del flechazo de Eros, aquel día de primavera entre risas, roces, miradas, flores y olores primaverales el Príncipe Azul arribó a las cortes del reino del Poder de la palabra y la imagen: RTVE. Ella estaba allí, sus miradas se encontraron y dieron alas al arco que disparó la flecha y ésta, se encontró taladrando el corazón de aquella diva de la información televisiva. Había comenzado el reinado del Príncipe Azul. Para desgracia de los sufridos españoles, por segunda vez.
Menos mal a Estados Unidos el monarca I, no se tuvo que codear con Otegi. EEUU no permite que los etarras circulen libremente por territorios americanos: sean del sur o del norte. De este modo, Otegi, ha tenido que quedarse en tierra porque no es del agrado americano. ¡Con dos cojones! Y, sin embargo, los tenemos en España en las administraciones públicas, llevándose la pasta indignamente, viviendo de esa pasta indignamente, y presionando a la otra parte de España a base de amenazas... otros como los catalanes. Y sin embargo ahí los tienes, danzando por el país vasco; limitando las libertades de los vascos. Otros como los Castro en Cuba. Qué alegría da cuando hay alguien que no teme la amenaza de los asesinos. ¡Ole por los americanos!
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