Ayuntamiento de Lozoya

ha tenido la gran idea de hacer un espectáculo para los jubilados y casi se carga a la mitad de ellos. La imponente cantante ha salido en pelota picada y se ha paseado por las inmediaciones de las mesas insinuándose a los comensales o presentes y que se han avergonzado lo suficiente, para no jugar con la susodicha. Yo creo que los ayuntamientos se han propuesto hacer de camicaces y jugársela todo a un número: cargarse a los jubilados para ahorrarse las pensiones. Lo que no saben es, que los jubilados mayores están de vuelta de toda la algarabía que se forma cuando sale una señora en pelota. También lo hacen las jóvenes y jóvenas en sus noches de despedida como conocimiento de que ya no pueden volver a tener en sus brazos una gachí o gachó, de una determinada talla. Y es que los socialistas están que se salen. La que no se destapa en una iglesia, se convierte en alcaldesa de Madrid. Todo, menos liberarse, realmente. Lo curioso es que los jubilados de los sociatas no se han quejado de la salida de onda de la presentación de la señora; los que se han quejado son los gaviota, que son muy gays y muy Opus.