ahora se ve amonestado por todos aquellos que, siguiendo su diabólico plan de vacunación, se sometieron a la práctica de un producto sin haber sido (adecuadamente) analizado y comprobado. Gracias a la vocación del panteista se sienten engañados por no más importante que el representante de Dios en la Tierra. Nada más y nada menos. Y es lo que tiene ser representante de un Patrón que no está lo suficientemente cercano como para consurtarle si se hace bien o no introducirse esa pócima diabólica que destruye el alma y descompone el espíritu. Esa es la práctica en la que se manifiesta el Diabólico a través de sus muertos vivientes. Y, todo, por conseguir puestos de poder allá donde mejor se peque. Pedófilos, abusones, asesinos, infames representantes que no tienen la valentía de vivir por sí mismos. Son váinas al servicio de diabólicos seres que les utilizan para manifestarse entre la población mundial. Espíritus sin cuerpo que les utilizan para realizar determinados trabajos contra los vivos.
Este comunista es lo peor que puede tener una iglesia cargada de pecados y actos criminales. Y, tanto, que por sus obras les conoceremos. Ya están, debidamente, catalogados.
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