viernes, 21 de octubre de 2022

no hay mal que por bien no venga

 el fundador de Greenpeace ha comentado que el cambio climático se basa en bulos. Y que se ha convertido en un movimiento político, más, que en un movimiento ambiental. 
Cuando los políticos de izquierdas se dieron cuenta que el cambio político servía para ganar dinero sin control... los activistas de izquierdas de Estados Unidos, Europa, China...: cambiaron a Greenpeace de ser una organización basada en la ciencia, a una organización política recaudadora de fondos.
Tan político que el presidente de gobierno español ha cooperado con Bill Gates (multimillonario) en 130 millones de euros dirigido a paliar el cambio climático (que difundiera hace 40 años Al Gore), que no existe.
 Seguro que les irá bien en la medida que, hagan lo que hagan, seguirá igual la climatología. Así quedan bien con todo el mundo. Y, sobre todos, de aquellos cuya mente es a corto plazo. Son los que difunden los bulos de que <<en años anteriores>>, esta climatología, no pasaba.
 El fundador de Greenpeace, Patrick Moore, dice que el cambio climático se basa en narrativas falsas 
Hemos llegado al punto en que, cualquier bulo se convierte en verdad, si es un político quien lo dice. Esos políticos que se sirven del miedo como amianto de extracción de papel moneda. 
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (PICC): no es una organización científica; si no que contrata a científicos y metereólogos para que difundan lo que les dictan los políticos de turno: El Foro Económico Mundial, y otras organizaciones de tipo similar.
Por tanto
nos encontramos en manos de una pandilla de atracadores de bolsillo y miedo, para que sigan viviendo a costa del sudor de los contribuyentes ciudadanos del mundo. Y para que, de este modo, haya más pobreza en los cinco continentes para seguir pidiendo para paliar el cambio climático y la pobreza. Entramos en un bucle del que se alimentan los políticos a costa de los ciudadanos. Es necesario acabar con este círculo oscuro y siniestro de chupa sangre.

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