lunes, 19 de diciembre de 2016

No hagamos caso...

qses_md Bien. En la primera viñetas vemos unos símbolos realizados con la mano. El primero hace referencia al 666, el bien llamado número de la Bestia. El segundo es el triángulo iluminati y su lógia: que no significa que pertenezcas a ella sino que puedes ser un servidor a la causa. La tercera hace referencia al demonio, a Enki anunnaki, significa la dualidad, la serpiente que tienta a Adán y Eva en el Paraíso. Si tenemos consciencia de todo ello caeremos en la tentación de hacer los mismos símbolos con significados tan diferentes. El tema es tener claro que toda la mafia del mal no se ocupa de otra cosa que de tenernos acojonados. Si pensamos que Dios no existe, ¿quién habría de decrear un demonio? Y si Dios existe, ¿Por qué habría de haber creado un demonio? Bien, amigos, toda esta simbología no es más que la conjura de determinados grupos de poder y otros oscuros, que intentan meternos en la cabeza la existencia de toda esa mierda. ¿Existiria toda esa mierda si en tu cabeza no te hubieran introducido tanto símbolo y tonterías varias? Seguro que la respuesta sería: -no. Todos estos pobres desgraciados que caen en las garras de determinados club, sectas, orgías varias, no son más que pobres individuos carentes de personalidad y autoestima. Son almas vacías que intentan ser alguien en compañía de todos esos mamarrachos de las sectas e iglesias de pastores y ovejas. ¡¿Hay alguien que les puede envidiar, realmente?! Estoy seguro de que no. Viéndoles lo único que dan es lástima. Están como drogados, robados la personalidad por esos psicólogos nacidos en la segunda guerra, a las órdenes de Hitler; en esos campos de exterminio nazi. Nos creen tan sumamente agilipollados que hacen con nosotros todo lo que les viene en gana. Para pasar de ellos es preciso no sucumbir a esas reglas de juego que se han ideado para saber qué cantidad de tontos hay apuntados en sus filas. Estos símbolos no son más que anagramas en las solapas de un poli, de un portero de discoteca, de un mafioso etc. No sirven más que para conocerse cuando llegan o están en algún lugar; no sirve para nada más. Ah, y sobre todo, para dárselas de chulos y guapos hombres o mujeres en determinados centros de ocio. Llamar la atención de los que intentan ser como ellos. Estoy seguro que para aquellos que no lo deseen pasarán como de la mierda. Estos individuos solo dan pena.

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