lunes, 21 de noviembre de 2016

la mafia futbolera

¿Fue gol el remate de cabeza de Cristiano en el Calderón?Que antaño se compraban partidos... era algo que todo el mundo tenía sabido, hasta aquellos que no sabían de fútbol. Es más... de vez encuando salían a flote la desvergonzada pose de un directivo o mandril portando una cartera de piel de cocodrilo o lisa azulada en la que contenía el valor del trueque de ganar partido o perder partido. Con las apuestas Online, la cosa se multiplica y los jugadores y directivos son piezas de una estafa a tiempo real. Los jugadores van ganando, perdiendo o dirigiendo el partido, conforme el entrenador les vaya anunciando las cuantías apostadas y por quién. De ello se deriva que un partido de primera pierda -si es preciso- ante uno de tercera o chavales de universidad. Está todo controlado mediante Internet y se pierde o se gana vía Internet. Los amaños vienen determinados según las necesidades de quiebra de un club (hay que echarle una manita), y suelen ser los clubes de tercera A o B donde más se amañen los partidos. No quiere decir que no se amañen -como hemos narrado- en los de primera división. Total, que los memos de los apostantes no se dan cuenta de que son estafados porque el fútbol es la hostia; lo más de lo más, de los deportes. Sin embargo se ha dicho y comentado siempre que en las bicis pasaba lo mismo... al igual que pasaba en el tongo de los boxeadores... cuando momentos antes les decían que tendrían que tirarse a lona en el tercero, cuarto o sexto enfrentamiento. Aquél boxeador que negaba la mayor, era después abatido en la calle a base de hostias de los muchachos mafiosos. Y todo quedaba en la nada porque nadie sabía... o si se sabía no se hablaba... de quienes eran aquellos que le habían dado la paliza al fornido pugil. Y de esta forma tan simple se ha llevado el depòrte desde antes de que se legalizara. Ahí tenemos la lucha de perros, de gallos, de peleas entre nanos de la calle... y todo porque hay gentuza que les gusta apostar por algo o contra alguien. Y lo curioso es, que seguirá existiendo el tongo mientras haya gilipollas que pierdan sus haberes por culpa de las mafias. Y no hay que buscar muy lejos las mafias -por ejemplo del fútbol-: están dentro de los mismos club: llámese jugadores, entrenadores, directivos y grandes mafias chinas. Pues nada, pantuflos, seguir amando a aquellos que os despojan de vuestro euracos y encima, les subís a los altares y les concedéis medallas. ¡Hay que ser gilipollas!

No hay comentarios: