de verdad, señores...

de verdad que no nos dice nada el que haya 715 defraudadores fiscales. De verdad no nos dice nada que se pague el diezmo por recuperar parte de lo que había sido robado. Señores: lo robado es un delito, y si lo comete un político es con agravante por considerarle un ánimo de lucro (voluntad), y porque ellos son los que hacen las leyes: supuestamente para cumplir y hacerlas cumplir. Todo lo demás es tontería. Que si traes la pasta rapiñada te favorecemos pero... si la vuelves a sacar y la vuelves a traer, te satisfaceremos doblemente y te regalamos una batería de cocina para tu buena y feliz señora. Pero lo bueno de esto es... que engañaron a los tontos que sacaron la pasta para saber quienes eran -tenían sus dudas-, y para atormentarlos ahora con decir sus nombres a la mafia mundial, para que negocien con sus secuestros. ¡Cómo no hay mafia en España! Pero lo que no llego a entender es por qué al memo del abdicado no le piden haga lo mismo; con toda la pasta que ha sacado del diezmo del oro negro, cuando trabajaba para España, en comisión. Al igual que su esperada futura esposa Corinna: comisionista árabe. Pues tan es la alocada vida de estos mangantes que dicen lo que dicen desde el centro peritonial subjetivo o subconsciente del cerebro: El PP ha trabajado mucho para saquear este país. Según y por boca del subconsciente del cerebro de Cospedal. Pero tambien hay un subconsciente colectivo que abarca al PSOE. Y como el partido de centro de todos los partidos original del abdicado, los demás partidos que vayan entrando formarán parte de ese subconsciente maloliente y pueril. Es necesario pensar que estamos en época de elecciones, con la consiguiente resonsabilidad para saber bien qué debemos hacer. Yo siempre recomiendo no votar. Sin embargo recomiendo que vayamos a las urnas y nos demos de espaldas a ella. Que todos los españoles demos la espalda a las urnas y volemos vía medios de comunicación a todo el mundo mundial, como que los españoles estamos hasta las cejas de votar una y otra vez, para nada. No más cachondeos y ocupados votantes en día de guardar. ¡A tomar... memos!