Es muy difícil para los que trabajan o llevan una vida más o menos estructurada, salir a la calle y en el trayecto, darse cuenta de lo que a su alrededor sucede. Es difícil que en los días de asueto nos molestemos en percatarnos de ciertos sucesos, grandes sucesos que se están originando en pequeños animales que nos han acompañado durante toda la vida. El gorrión, ese poblador de ciudades y pueblos un tanto desconfiado, está siendo mermado, sobre todo en ciudades, debido a la comida que se está distribuyendo a gatos y palomas. De los gatos están controlando su población y a las palomas deshacerse de ellas por su influencia en los edificio emblemáticos.Esta pequeña ave, también está siendo diezmada por no saber distinguir entre lo que es natural a lo que está envenenado. Lo curioso es, que las hormigas sí distinguen entre lo que pueden o no comer. Hay galletas que no las prueban y las encanta los componentes que llevan las sardinas en lata.
Deberíamos plantearnos seriamente el futuro sin las abejas y sin los gorriones que tanto han piado sobre las rejas de nuestros balcones.
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