Sobre las 8:30 horas he pasado justo por delante de la cancela con acceso a la escalera que conecta con el matacán, en las Torres de Serrano de Valencia. En el pequeño recinto cerrado por verja había restos de haber acontecido una fiesta de madruada. En cada escalón de la escalera descansaba una cara a modo de tiesto con planta dentro.En un cartel, en el suelo, rezaba la firma de la empresa pagarini del evento. Junto a la verja y apoyado en una farola, un individuo miraba hacia la fachada de la torre. Le he preguntado si iba a haber alguna cosa y me ha contado que el Ayuntamiento alquila la torre, tres plantas, y que esa noche 600 personas se habían dado cita. El patrocinador: una empresa de muebles de diseño de Onteniente y él, había sido contratado de vigilante nocturno. De nacionalidad rumana y sin distintivo de empresa de seguridad.
Pero lo que más me ha llamado la atención es el hecho de que los lugares públicos sean contratados por empresas privadas, y que la ciudadanía también tenga que pagar por ver el castillo.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
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