dentro del cuadrilátero de hierro que forma el parque que está cerca de mi casa, se esconde, se vive entre las sombras arbóreas, una vida de juventud, de entre 15 y 20 años, en la mente de las señoras que aposentan sus cuerpos solitarios, en los bancos de madera, a espera de que los mozalbetes, que lo fueron hace 70, 80 años, se dignen dirigirlas la mirada y la palabra, para entablar una sencilla conversación y, tal vez, con el tiempo, una canción de amor.
Hombres y mujeres viven en su tercera etapa una desenfrenada carrera contra el tiempo, cuya meta principal es llevarse al huerto a la mozuela o al mozuelo -la figura que aún perdura en el recuerdo-, y poner una raya más en el ranking de ligoteos.
Es curioso verles, oirles, comentar sus amoríos y lo f´ácil que es ligar en ese parque, según ellos. Hay toda una balada y danza de amor en torno de los, en muchos casos, derrotados cuerpos y en otros , los menos: que pueden valerse, son los latin love del ligue. Estos, machos men, desprenden una autocomplacencia y seguridad que la expanden a doquier, como los perros marcan sus territorios.
Pensé que las experiencias pasadas no volverían a retornar pero, como veo, la cinta se repite: una y otra vez, como las películas en la Tv. 1.
Pensé que las experiencias pasadas no volverían a retornar pero, como veo, la cinta se repite: una y otra vez, como las películas en la Tv. 1.
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