Como éstos, es lo que han dejado los del PSOE a la salida de su mandato y que se han repartido desde la Iglesia, a la que supuestamente detestan y de eso se vanaglorian, pasando por la casa real, ONGS: que ni Dios sabe de qué son; las necesidades del partido, de los sindicatos: amigos; subidas de sueldos, viajes, putas, llamadas de teléfono, los propios teléfonos, todo ello para sus señorías y el salido del rey, que ahora está en Rusia para ver cómo y en qué se gasta la pasta gansa que debe tener en ese país, e imagino, para decirles a esos emigrantes que nos han enviado desde alli, no roben más cobre de las compañías españolas que nos cuesta una pasta gansa reponer los miles de kilómetros de cobre que luego les venden a los chinos.. El rey parece mongólico, (de la parte de Mongolia), pero no es tonto. Y, aparte de que no se priva de nada, se permite el lujo de sacar el dinero de España, como al parecer debe pensar, beneficio de la misma. ¡Y es que, si otros lo hacen por qué nosotros no! Ahora resulta que la guardia aduanera tiene órdenes de cachear a todo vicho viviente que pase por los filtros para no permitir que saquen dinero del país. Pero por favor, si el dinero que sale de España va vía valija diplomática. Con qué cubierto: cuchara o tenedor, quieren que nos comamos la sopa y nos traguemos esa ingente cantidad de tonterías que salen de las bocas de unos señores que pensamos que son los más inteligentes para llevar, gobernar, un país.
Saben, qué es lo que más me preocupa de todo ésto, que tengamos o estemos en manos de gente sin escrúpulos y sin cultura. Porque para delinguir no hace falta ser más que un espabilado y encontrarse con las rutas de escape descubiertas. Y estas rutas lo están, despejadas, porque para eso tienen a sus asalariados (policía nacional y guardia civil) para despejarlas. Los chinos se llevan el dinero a China en sobres repartidos por todos los huecos de sus ropas; los africanos se llevan los euros en rollos, como el papel higiénico y los sudamericanos, enviándolos a través de los garitos llamados locutorios, como una forma de lavar o blanquear los euros en negro, conseguidos de la droga, de los trabajos sin cotizar a la seguridad social, de la trata de blancas, y de otros chanchullos que les brinda su puta abuela: España.
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