¡Ay amigos, cuanta energía gastada en construir las dos Españas! Y fijaos bien que digo “construir las dos Españas” , en vez de la destrucción de la única que tenemos. Hasta los más imberbes se han posicionado en defender los intereses de partido, en algunos casos, rayando el impopulismo, la falta de respeto y la violencia verbal, cargada de signos maliciosos y soeces. Esto debe sacar de nosotros, el pueblo, un atisbo de intencionalidad a descubrir qué nos están vendiendo los portadores de trajes caros, que representan, todos, al club monetario al que pertenecen. Los políticos, sean del bando que sean, se nutren de las arcas del Estado; baúl patrocinado por el pueblo llano y trabajador que llena con sus impuestos, una y otra vez, y cada vez más impropios de una democracia liberal. Ha llegado el momento natural, por evolución darviniana, que nos enteremos de los tejemanejes antinaturales de actuación de la raza humana asentada en escaños representativos a los cuales ni siquiera representan porque no van. Es decir, están cobrando sustanciosas retribuciones dinerarias por no representar cual era su cometido. ¡Qué sinvergüenzas tenemos en la política española”, desde el señor presidente, hasta el más bajo del escalafón. Me puede decir alguien ¡cómo se puede defender o juzgar a un intruso cuando los ladrones son los defensores y jueces! Es que esto se da de ostias. Hay un comentario generalizado en la tv., de cualquier canal que dice: “están arruinando España y el pueblo no hace nada”. Esto, sin duda, está enviado a canal por algún arruinado, uno de los muchos existentes ya, llevando toda la razón en su elocuencia, pero lo que se olvida este afectado es que para hacer alguna cosa contra alguien es preciso tener conocimiento de las fechorías del/los susodicho/s o presuntos implicados. Y ese desconocimiento es lo que han tenido siempre los políticos como defensa o como ceguera al pueblo para llevar a término sus rapiñas, que como ya hemos añadido antes, está en proceso evolutivo de que nos enteremos todos del tipo de chorizo sentado en los escaños de este país. Ya lo dijo el señor Guerra, cuando estaba de vicepresidente del gobierno de Felipe González, “a España no la va a conocer ni la madre que la parió”, han ido camino y lo van siguiendo para que esa coletilla se haga realidad por los siglos. Es más, pienso que están pagados por intereses árabes, marroquíes, moros religiosos, para recuperar los monumentos conquistados y cifrados en vidas, en la historia española. ¿Qué puede hacer el pueblo? A joderse y aguantarse. Sobre todo observando la corrupción tan bestial aglutinada en pos de todo este tipo de personajes sin ley ni orden. En fin, amigos, ser testigos de la masacrada división española, es ser idénticos en el tiempo de aquellos que murieron por una sola España.
jueves, 22 de abril de 2010
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1 comentario:
de buen talante hay que decir las cosas
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