Hoy me levanté temprano, me vestí lentamente, hice café, agarré mis palos de golf, me fui silenciosamente al garaje, puse los palos en el coche y procedí a salir bajo una lluvia torrencial.
Estaba toda la calle inundada y un viento gélido soplaba a 100 km/h. Volví a meter el coche en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día.
Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente, me deslicé dentro de la cama y despacito me acurruqué contra la espalda de mi mujer, susurrándole al oído: 'El tiempo afuera está horrible'.
Ella me contestó, medio dormida, ''Ya lo sé, cariño. ¿Puedes creer que el gilipollas de mi marido se ha ido a jugar al golf?'
NOTA: También se aplica para los que salen a correr temprano, ciclistas, tenistas... ¡¡Y a los que se van a jugar al PADEL LOS DOMINGOS!!
jueves, 1 de abril de 2010
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