descubre la dieta, pero...

Ay , amigos, tenemos "la solución" a los tiempos modernos que corren como es: la parada profesional de los hombre y mujeres de a pie. "La dieta". Pero no una dieta de varios días, no; no una dieta abstinente de comer carne, no, sino la dieta de no comer absolutamente nada y ni siquiera beber. Ya tenemos la solución al problema de la superpoblación. Ahora, para favorecer aún más la atmósfera y no nos acusen del calentamiento global, dejaremos de respirar y por supuesto de tirarnos esos pestilentes aires con que nos deleita nuestra cloaca natural. La aparición y puesta en escena de los platillos volantes con sus comunicantes, más las noticias de que estos individuos se alimentan nadando en líquidos o magma natural sacado de la mezcla de sangre y víscera de los humanos desaparecidos y desmenuzados en barriles en el área 51 de los estados más desunidos del mundo, salen cosas como esta y otras parecidas, si cabe, tan alucinantes. No sé ustedes, pero yo seguiré comiendo cosas naturales para que el cuerpo no paralice sus funciones gástricas preparadas para ello. “Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios” es una premisa que puede ser válida para varios ejemplos y en este se entiende que la comida pertenece al cuerpo, lo que el Prana para el Alma. Ser Dios, solo, no es bueno. Sin embargo, el hombre divinizado es aquel que cumpliendo los preceptos terrenales de forma sana y natural, eleva y adquiere la manera sencilla de tener el pensamiento en sanos propósitos. Si queremos ser Dios antes que hombre, la naturaleza y el propósito de ella se revelará contra el sistema elegido, siendo el resultado diferente al pensado. La Tierra dota de cuerpo (tierra) a los espíritus para que el Cielo sea presente. Ambos, dos, se complementan sin que debamos abandonar su forma natural de fusionarse.


¿Hemos, alguna vez, pensado que todos los sistemas revolucionarios a nivel espiritual son salidos de los países sudamericanos? Una forma fácil de ganarse la vida a nivel mundial.
El uso del Cundalini (no eyecular) es de procedencia Indo. Yo lo he practicado y cualquier persona podría llevarlo a cabo sin demasiados alardes unipersonales.