desde que entramos en la Unión Europea no hemos tenido ni un momento de tranquilidad en España por culpa de boicots continuados, de Alemania, a nuestros productos agrícolas, ganaderos y demás. Alemania intenta, junto con Sánchez, conseguir que los productos alemanes sean más vendidos que los españoles. Que ya hay que tener bemoles a la hora de que nuestro presidente se haya vendido a las mafias alemanas para boicotear nuestros productos. En este momento la fresa. Pero es que le da igual a los alemanes que sean las fresas o los pepinos aquellos que nos despreciaron por estar contaminados cuando no eran pepinos españoles. Sí que hubo disculpas pero el mal ya estaba hecho. La desinformación se había lanzado a los medios y quedamos como los malos cuando lo eran otros. Ahora, la mafia alemana, ha vuelto a España para opinar sobre nuestros productos y nuestras carnes... y creo que ha llegado la hora de mandarles a tomar por el culo a esta casta inútil, como cateta. Alemania para los alemanes y que dejen de meter sus manos y narices en España. Para eso, claro, necesitamos a alguien que sea capaz de enfrentárseles y les diga: "Hasta aquí". Pero eso no ocurrirá hasta que no acabemos con Sánchez, su sanchismo y su gilipollesca forma de gobernar para los demás de nuestro entorno mundial.
Asaja pide la dimisión de Reresa Ribera por boicotear los productos españoles y, en este caso, la fresa. La doña ha dicho a los medios alemanes y en general:
"Juanma Moreno tiene que retirar la ley de regadío que amenaza Doñana"; dando a entender que las fresas de Huelva tienen algún problema ecologista. De este modo se suma al ataque del ministro de Sanidad, Alberto Garzón, a la explotación ganadera diciendo:
"España exporta carne de mala calidad".
No es para destriparles en cualquier serranía de España y dejar que sus carnes sean el manjar contaminado de los ministros asquerosos e infectos.
Pues eso.
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