la canadiense trans, activista lgtbqia+, alegó discriminación ante un ginecólogo al negarse éste a practicarle revisión vaginal por estar dotado de pene. Este ser auto-identificado con género femenino, ha puesto el grito en el cielo al no haber sido tratada como mujer de procedencia biológica.
Acudiendo a Twitter dejó su queja muy conmocionada, confundida y dolida.
Acudió a las redes en busca de apoyo moral y ético para entablar, tal vez, algún tipo de ataque legal contra el consultorio ginecológico.
A mí me váis a perdonar pero me hubiera gustado ver la cara del ginecólogo cuando, al levantarse las faldas, le hubiera visto la regla de medir coños. Solo le hubiera faltado el comentario de: ¿quién se va a comer este coñito?
La cuestión es...,
su trabajo consiste en la práctica de la ley. Es abogada. Y si tiene problemas para saber si lo acontecido con el ginecólogo, es legal o no, casi sería conveniente se dedicara a otra profesión que no tenga nada que ver con la abogacía. Bajo mi punto de vista.
También me gustaría saber, al final, si es legal o no que un ginecólogo se niegue a tocarle sus genitales masculinos en busca de la vagina olvidada.
Yo pensaba que en estos estados de incertidumbre que nos podemos encontrar las personas en un momento de nuestra existencia.. era, particularmente, originario de un país, nación, comunidad o color de piel. Pero ya veo que estamos entrando en un mundo de cambios significativos sin preparación debida a los cambios.
En cualquier caso
estamos abiertos a averiguar y conocer este el desenlace de este caso para ir transmitiéndolo de boca a oreja.
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