otro de los problemas del cambio climático está en el consumo de carne roja. Y, por ello Alemanía va a prohibir a los alemanes consuman este producto. La variante está en que se dejará de comer carne roja... pero los animales de carne roja seguirán matándose porque son un mal para el ozono. Las reses se matarán y se depositarán en fosas comunes sin que se junten muertos de ovejas con vacas... por ejemplo. Cada grupo de animales, con su propio grupo. Algo que no sabíamos los españoles era que los alemanes tenían estas manías desde los campos de concentración nazis. Pero... de aquellos barros estos lodos. Otros que han sucumbido a la hambruna mundial con tal de que los humanos mueran por centenares... sino por miles, millares, millones... Imagino que con la idea de poner, cuando eso ocurra, el santo correspondiente a esa matanza. Se me ocurre: San Criminal Bailón.
Al menos, <<no somos alemanes.>>
Esto es muy importante (para la viga en nuestro ojo) porque no nos sitúa entre los más tontos ni los más listos de la Agenda 2030. Escalafón importantísimo ocupar el vacío presencial. Al menos, nos moriremos de hambre, eso sí, absteniéndonos de comer carne roja. Bueno. No totalmente. Europa permitirá que comamos 10gr. de carne al día. Que se contabiliza o traduce en <<un>> mordisquito a una salchicha. Pero, eso sí, sin vehemencia. Como si ese mordisquito fuera el elixir de los dioses. Una salchicha debe durar cinco días. Luego no dirán que el estado mira por sus ciudadanos: los quiere ágiles y delgados. Adiós a la presunción de Pam de que, los ministros y demás payasos, sean gordos; para que ella parezca normal.
En fin, amigos,
es muy posible que los dirigentes políticos del elenco mundial... hayan sido abducidos por extraños seres cabezones y con más hambre en el cuerpo... que un fantasma en Halloween. Pero así estamos llegando al final... o... ¿quizá al principio del mal?
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