miércoles, 25 de noviembre de 2020

que me perdone el Diablo

 por hablar mal de sus criaturas. Pero que me vengan diciendo que hay un planeta con una temperatura de 3.200 ºC ... ummm... me cuesta creer. 

Siempre lo digo y no me canso.
Tenemos en la Tierra animales que están sin clasificar todavía...
Tenemos ballenas que salen a morir a las playas porque no pueden respirar dentro de su hábitat sin saber el motivo...
Tenemos enfermedades, a la prueba me remito con el Covid-19, y estamos a verlas morir....
Y resulta que nos vienen con que hay un planeta con una temperatura de 3.200ºC que más la quiera un artrítico para poder mover las articulaciones.
¿Y qué cojones le importa a la población mundial que exista un planeta de ese calibre, cuando hay cosas más importantes que investigar aquí? ¿Para qué cojones perdéis el tiempo mirando las estrellas, si ya sabemos que todo ese cúmulo de ellas existen o han existido y con cada una de ellas (es posible y hasta seguro) haya millones de planetas ocupados? Si nuestra estrella tiene 9 planetas a su alrededor, quién nos dice que no haya estrellas con muchos más planetas a su alrededor. Sí, naturalmente: de esas estrellas que vemos en el firmamento todos los días de nuestra vida. 
¿Y seguís buscando estrellas y planetas, carajo?
¿Sabéis, a caso, por qué se ha roto el mayor radiotelescopio de Arecibo?
Ese es el caso... que no nos enteramos nada más que de aquello que está a años luz de nuestra visión. Como no lo vamos a poder averiguar, pues venga la chanza por aquí y por allá.


Que cantidad de dinero invertido para que nos vengan con idioteces de este calibre. Y el caso es, que los pedruscos que tenemos a nuestro alrededor acercándose cada vez más.... esos... esos... no los vemos.
Ya, carajo, dejadnos de tocarnos los huevos, con tanto chiste malo.

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