miércoles, 11 de noviembre de 2020

¿Qué esperan de las sociedades

 si aquellos que deberían dar ejemplo de comportamiento... se descubren como los más degenerados de los congéneres?
Aquí tenemos el caso de las elecciones generales en Estados Desunidos, tanto que, las elecciones, han resultado ser un fiasco, entre los republicanos y los demócratas; entre Biden y Trump.
Hay mucha gente -entre la que me hallo- que nos preguntamos si no existirá un lugar en el mundo donde estará prohibido hacer las cosas tan sumamente torticeras, arrogantes, insultantes, delictivas... como ha sucedido en la convocatoria a las urnas de los norteamericanos, una de las convocatorias más importante (si no la más, por su implicación en el resto del mundo), para resultar siendo una ignominia cara a sus ciudadanos. 
¿Por qué hay gentuza que tiene que minar la voluntad de un pueblo? 
Porque es una fuerza muy ansiada estratégicamente, armamentísticamente, insultantemente, del resto del mundo. Hay quien contaba que entre la población había millones de armas navegando de mano en mano; consiguiente de ser la mitad del continente más católico del mundo. 
¿No es una contradicción? 
Pues ahí tenemos a Trump denunciando, ante el fiscal general de Estados Unidos, el posible "fraude electoral", uno más, acontecido por los republicanos. En España estamos ya acostumbrados a que, estos movimientos ilegales, nos acompañen en cada convocatoria electoral. Los españoles nos contentamos con cualquiera que esté dispuesto a coger la presidencia aunque haya sido un pufo. ¡Como tampoco la oposición tiene inconveniente en que gobiernen otros...! pues..., así quedamos contentos.
Total,
que solo son ellos los que se quejan cuando se hacen trampas y los demás tenemos que acatar las ordenanzas que nos quieran imponer sin rechistar. 
¿Cómo podemos consentir que un imberbe, un payaso como Sánchez esté gobernando España? ¿Cómo es posible que hayamos dejado entrar a formar pare del gobierno socialista a un comunista de la talla de Iglesias...? ¿Cómo hemos podido? Incomprensiblemente cierto.
Y me da en la nariz que ha sido por mandato divino del papa Francisco. Un hombre campechano, gordito, besucón, amante de los dictadores, de los socialistas, de los comunistas. Si, así Franc. Un traidor en la casa de Pedro. La mano derecha del demonio. O, lo que es igual, la parte negativa, oscura, del ser humano. ¡Menudo pájaro!

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