el término de superluna fue acuñado por un astrólogo llamado Richard Nolle en 1979 observando a la luna en su rotación elíptica a la tierra, y cuando la Luna se encontraba en su momento más cercano (perigeo:356.000 km) y cuando estaba más alejada (apogeo: 406.000 km), de nuestro planeta. Constataba que la luna en su fase de llena y nueva producía la misma influencia sobre la tierra. Nolle, las relacionaba con grandes huracanes, erupciones volcánicas y terremotos.
A todo esto se le ha sumado una trama de misterio y premoniciones por si ello sí, sucediese. Me refiero a terremotos, maremotos, tsunamis, etc. Hasta este momento, después de cada 30 años entre la aparición de una superluna y otra. Nada pasaba hasta acaparar la atención de la posible relación catástrofes y fases lunares de los super estudiosos del misterio. Cojones, la Tierra tiene millones de años, bien es verdad que la Luna no siempre ha estado ahí, pero la influencia de ella al planeta han ido de la mano desde su aparición. La importancia del perigeo puede producir algún desequilibrio terrestre en la medida que el satélite intenta aplastar la superficie terrena. Y es fácil que suceda lo mismo cuando la Luna está más alejada por un proceso de absorción, de atracción, de un cuerpo hacia el otro. Lo que bien podrían provocar, en el apogeo y en el perigeo, los mismos efectos catastróficos o no, de un cuerpo al otro. Lo que nunca he sabido cuales serían los efectos provocados por la tierra sobre el satélite. ¿Sería el perigeo el momento más caluroso y, de ello, el destello de luz sobre las rocas, que se divisa desde la tierra? ¿Sería el apogeo su momento de más frío y, por tanto, de la aparición de hielo sobre la corteza selenita? Es indudable que la tapa debe sufrir los mismos efectos que la olla. Yo me pregunto, ¿sería posible que el planeta Tierra no girase sobre su eje?
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