pues de eso tratan algunas mujeres por antena. El machismo tan galopante que aún existe en la sociedad y que no las dejan penetrar en los asuntos de machos. Ese es el verdadero sentido que tienen las tías a la hora de compararse con los testículos de los hombres. Y pusieron, para reducir el poder de los machos, la figura de Hipatia. Hija y discípula del astrónomo Teón. Hipatia es la primera mujer matemática de la que se tiene conocimiento razonablemente seguro y detallado. Escribió sobre geometría, álgebra y astronomía, mejoró el diseño de los primitivos astrolabios —instrumentos para determinar las posiciones de las estrellas sobre la bóveda celeste— e inventó un densímetro, por ello está considerada como una pionera en la Historia de las mujeres y la tecnología.
Seguidora de Plotino y poco amiga del misticismo, llevó una vida que
se podría considerar como ascética. Buena diplomática, su condición de
pagana no fue impedimento para que en sus clases hubiesen aristócratas
cristianos de renombre, pero esta condición de pagana fue precisamente
lo que le costaría la vida años más tarde.
Pese a sus altos conocimientos en matemáticas y astronomía, las
enseñanzas más preciadas por sus discípulos fueron las filosóficas. La
fama de su escuela llegó a tal punto que, como refiere Sócrates Escolástico en su Historia Eclesiástica: “todo aquel que deseaba estudiar filosofía acudía a Hipatia desde cualquier lugar”.
Así, sus alumnos llegaban desde Cirene, Siria o Constantinopla,
sumándose a quienes residían en la misma Alejandría. Destacándose entre
ellos el obispo de Ptolemaida, Sinesio de Cirene -que mantuvo una
importante correspondencia con su maestra-, Hesiquio el Hebreo y
Orestes, que llegaría a ser prefecto imperial de Egipto en el momento de
la muerte de la filósofa alejandrina.
Hipatia impartía sus enseñanzas por dos vías distintas: por un lado de
forma pública, en conferencias a las que asistían numerosas
personalidades de la sociedad Alejandrina; por otra parte, creó en torno
a una escuela filosófica hermética, formada por alumnos jóvenes de
familias cultas y adineradas de la aristocracia y la administración, a
los que enseñaba los secretos de la filosofía en la intimidad de su
hogar.
Curiosamente, en las clases de Hipatia, no se permitía la presencia de
mujeres y tampoco se permitía la presencia de alumnos de las clases más
bajas y populares. Otro dato de interés que tendrá mucho que ver con su
posterior muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario