igual que hace 30 años. Hogar San José de las Hermanas de la Caridad, en la ciudad de Vigo. Seis niños denuncian malos tratos propiciados por las monjas y los educadores. Uno de ellos relata como una monja le parte el palo de la escoba en la espalda, por barrer despacio. Cada vez es más evidente que la clausura y la Iglesia no conviene para la educación de los chavales. Cada año se incautan de mentes nuevas para sus ilustraciones de cómo llagar la carne, como hicieron con el Jesús de la Historia. Ese que el Papa no reconoce como el Cristo. Ese Franc que manifiesta la entrega de los demás hacia los demás, pero no el Vaticano. Ese Papa enfermo de protagonismo y de ego desbordante. Ese Papa hijo del Diablo, con voz suave y alma de lobo. Ese payaso rabino que tiene toda la plebe endemoniada en su casa y mira la del vecino. Todavía no sabemos qué ha pasado con el lobby gay y asesino que existe en sus entrañas, cual cuartel infernal. En fin, con la Iglesia hemos topado y con los acólitos políticos en sus filas. El mundo no cambia ni cambiará si no hay un bufido de cuento y se lleva al Vaticano a hacer la mà.
martes, 8 de noviembre de 2016
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