esto es lo que manifiestan los inmigrantes en España: simplemente, representar los intereses del monarca marroquí en desquiciar a la población española e, mientras tanto, investigar de qué forma se puede atentar contra provincias españolas, en forma y tiempo, y el ámbito de respuesta tienen las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en defensiva, contra las hordas invasoras o células dormidas. Células que duermen en la mente de los imanes que ocupan las mezquitas, en Cataluña, Madrid, Valencia, Granada... demasiadas para un mismo país cristiano.
Y para mayor inri resulta que Begoña, la media naranja de Sánchez, tiene cuentas en Marruecos, ¡como no!, con cifras que a los enfermos de ELA bien les vendría para seguir viviendo. Una enamorada muy eficaz para los dos tortolitos en cualquier país del mundo donde quieran, tranquilamente, jubilarse y esconderse.
En nuestro país no hay vergüenza, y menos, en la social comunista.
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