Es lamentable que los políticos españoles estén contra la nación española. Es lamentable que el mundo, en general, nos desprecie a partes iguales que les damos lástima.Cómo -se preguntan- es posible que los españoles estén pasando este trago cuando ha sido una Nación por delante de muchas que hoy, se autodefinen potencias. Pues mucho antes que todas ellas, España, estaba consiguiendo reinatos y convenios y tratados, con todos ellos. Éramos una nación que llebávamos la cultura, la religión, más allá de los confines de la tierra.
Pero como todos sabemos la paz, la cordura y el buenhacer no dura para siempre, porque siempre hay energúmenos que intentan desbaratar los procesos de bonanza con locuras histriónicas. Quid pro quo de aquello, por esta vorágine de poder por el poder.
Me doy cuenta que la ciudadanía no cambiamos nada. Siempre esperamos que unos pocos cambien las cosas para la mayoría... y eso es imposible. Porque le damos garras al ratón, mientras matamos de hambre al gato. Cambiar lo natural es antinatural.
Hemos llegado al momento en que nos debemos plantear por qué hemos tenido a todos estos partidos políticos chupando de la teta de vaca sin ponerles freno. Les hemos hecho jueces a la vez que ladrones y, eso, nos está pasando factura a marchas forzadas. Tanto es así que si miramos las cuentas de sus señorías de la zurda veremos que tienen un montón de cuentas abiertas en banco de medio mundo. Todas ellas cargadas de un millón para arriba para sus retiros políticos. Es decir, les hemos rellenado el bolsillo con el sudor de la frente y la delgadez del bolsillo.
Y, el caso es, que no cambiamos. Tan es el poder de los colores que nos vemos obnubilados por ellos y herederos de su pasión. Sin darnos cuenta que esa carencia de visión nos está llevando directos a un pozo sin fondo. Y aún, así, vitoreamos al líder como si de una aparición religiosa se tratase. No tenemos remedio, y menos, con esta mente cervecera.
Soy de la opinión de Abascal y me sumo a la energía que utiliza para nombrar a Sánchez... y a toda su familia.
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