jueves, 12 de junio de 2025

Ábalos, con sus amigos de la UCO

 
_Me han llamado. 
_Me han dicho que les abriera la puerta. 
_Les he abierto la puerta. 
_En todo el rato el trato ha sido esquisito. 
_Y, al salir, me han dado un besito de despedida. 
_No puedo estar más emocionado con los agentes de la UCO. Al menos, yo, ábalos, sí sé quienes son los agentes de la UCO; no como Pujol, que no sabía quienes componían la Unidad, de la UDEF.
Al menos hemos adelantado algo en la trasferencia de las siglas que componen las unidades de la UDEF y de la UCO, en la mente de los chorizos políticos. Parece mentira que tan grandes, y tan condenamente idiotas.
Pero así está la cosecha de zumbaos, en la corte del monarca Sánchez. 
Esta forma de representación ambiental de Ábalos hacia los agentes,  no deja de ser una burla callejera hacia la UCO...; como un mensaje de cinismo hacia sus compis de travesuras de drogas, putas y Parador turolense. No quiero pensar qué pasaría si consiguiesen elevar el Ejecutivo, por encima del Judicial. Adiós jueces, adiós democracia..., bienvenidos sinvergüenzas de todas las partes del mundo mundial. Pues en esas están. En convencernos que lo mejor para España está en dar el poder a la psoe, sus ladrones vascos y catalanes. El corralito lo tendrían como Maduro en Venezuela. Los trapicheos serían de la hostia para arriba. Seríamos una calcomanía de los países en vías de exterminio. Toda una proeza por parte de los caraduras socialistas.
Espero que la UCO consiga las pruebas suficientes para meterles en la cárcel y tirar las llaves al mar... Matarile, rile, ron, chim-pon.
Y, por favor,
un poco de respeto por la ciudadanía española a la hora de salir, todo un gentleman, a la calle, con esa pinta de bohemio venido a menos. Esa es la imagen que nos va a perseguir a los españoles cada vez que veamos a Ábalos en su medio natural. Solo le falta el pañuelo atado con cuatro nudos en la testa. Con esa pinta no me extraña que acuda a las putas a conseguir lo que una mujer normal no le daría. Por mucho ministro que sea. ¡Qué asco. Señor!


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