lunes, 21 de marzo de 2016

31 de marzo de 1492

Viernes Santo. Isabel y Fernando, Los soberanos de las Coronas de Castilla y Aragón.Doña Isabel y don Fernando, reyes de Castilla y Aragón, recientemente también reyes de Granada, a quienes por su celo religioso -habían implantado en sus dominios el tribunal de la Santa Inquisición- se les emplazaba a conocer como los Reyes Católicos, habían firmado un decreto de su real mano por el que se ordenaba la expulsión de todos aquellos judíos que morasen en sus reinos y señoríos, que no abandonasen las abominables prácticas de la ley de Moisés y abrazasen, mediante el santo sacramento del bautismo, la verdadera religión: la católica, apostólica y romana. Aquél decreto decía: Don Fernando y doña Isabel, por la gracia de Dios rey y reina de Castilla, de León, de Aragón. Bien sabedes o devedes saber que porque nos fuimos informados que en estos nuestros reinos havia algunos malos cristianos que judaicaban y apostataban de nuestra sancta Fe católica, de lo cual era mucha causa la comunicación de los judíos con los cristianos... Según somos informados de los inquisidores y de muchas otras personas religiosas y eclesiásticas e seglares, consta e paresce el gran daño que a los cristianos se ha seguido e sigue de la participación, conversación e comunicación que han tenido y tienen con los judíos; los cuales se prueva que procuran siempre por cuantas más vías pueden de subvertir e substraer de nuestra sancta Fe católica a los fieles cristianos e a los apartar de ella, e atraer e pervertir a su dañada creencia y opinión, instruyéndoles en las ceremonias y observancias de su ley, haciendo ayuntamientos donde les lean y enseñen lo que han de creer y guardar según su ley; procurando de circunscidar a ellos e a sus hijos, dándoles libros por donde rezasen sus oraciones y declarándoles los ayunos que han de ayunar e juntándose con ellos a leer y enseñándoles las historias de su ley, notificándoles las pascuas antes que venga, avisándoles de lo que en ellas han de guardar y hacer, dándoles y llevándoles de su casa el pan cenceño y carnes muertas con ceremonias, instruyéndoles de las cosas de que se han de apartar, así en los comeres como en las otras cosas por observancia de su ley y persuadiéndoles en quanto pueden que tengan e guarden la ley de Moisés... Lo qual ha redundado en gran daño y detrimento e oprobio de nuestra sancta Fe católica... para obviar y remediar como cese tan gran oprobio y defensa de la Fe y religión cristiana... Con consejo y parecer de algunos prelados y grandes y cavalleros de nuestros reinos e otras personas de ciencia del nuestro consejo, aviendo avido sobre ello mucha deliberación, acordamos mandar salir todos los dichos judíos y judías de todos nuestros reinos e que jamás tornen ni buelvan en ellos ni en alguno dellos. E sobre ello mandamos dar esta nuestra carta, por la qual mandamos a todos los judíos e judías de qualquier edad que sean que viven y moran y están en los dichos nuestros reinos y señoríos, así naturales de ellos como no naturales y están de ellos, que fasta el fin del mes de julio primero que viene deste presente año salgan de todos los dichos nuestros reinos y señoríos con sus hijos e fijas, e criados e criadas, e familiares judíos, así grandes como pequeños, de cualquier edad que sean...
El 31 de julio en la catedral toledana se celebró un solemne tedeum al que acudió un gentío que abarrotaba las naves y las zonas aledañas al templo porque resultaba imposible encontrar acomodo en el interior. El oficio religioso se celebraba en acción de gracias al Altísimo por haber librado a los reinos de su Católica Majestad y a la ciudad de Toledo en particular de aquella peste que durante siglos había contaminado la pureza de las creencias de la verdadera y santa religión católica. 
De esta hábil política sería España conocida como el imperio donde nunca se ponía el sol.
Y de esta forma simple la santa Inquisición se hace con todos los haberes de los judíos, hasta de la imagen de Moisés y sus enseñanzas, que fue el motivo de la exclusión de tan malignos individuos. 
Y, para ahora corregir los agravios del pasado, en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, en Marzo y en fallas, está presente la imagen del ninot de Moisés. Ese Moisés con cuernos a lo que nos tienen ya acostumbrados. Esta es la Iglesia en la que creían los reyes Católicos; y en la Iglesia que el papa Franciscum está intentando reunir, después de quinientos años, a todas las religiones en una sola. ¡Bonito!

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