miércoles, 27 de enero de 2010

Desde el corazón: a mi planeta.




La Tierra perece yelma, porque desierto está el corazón de sus pobladores. Todo y nada poseemos. Tal cual nacemos, así debemos dejar el planeta para las próximas generaciones. Dónde hubo un árbol: siga existiendo. Dónde un animal nació: siga cosechando futuras generaciones; no les matemos, con su dolor fabricamos nuestro pellejo. Ayudemos a purificar el mar: ´dimensión de vida de muchas especies en peligro de extinción. ¡No nos dirijamos por el mal, porque bien no nos puede dar!

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