viernes, 29 de enero de 2010
cuidadín cuidadín...
...por dónde caminamos y dónde pernoctamos. En todo caso si sois de los intrépidos saber que os envidio, envidia sana, al saberos más valerosos y entusiastas de la vida en general. Creo que tener miedo a las alturas, por ejemplo, oscurece el conocimiento de vivir grandes emociones.
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