sábado, 7 de noviembre de 2009

mis temores

hace tiempo pensé que tendríamos problemas si los cascotes polares se derretían. creía, dentro de la nieve, virus invernando desde la noche de los tiempos. virus, por otra parte, muy letales para la respiración del ser humano. ahora los polos se están derritiendo y en la atmósfera están creando un efecto potenciador de la virulencia del patógeno. estoy notando que el invierno, en vez de ser frío, se revela con calor por lo que los microorganismos dañinos se multiplicarán sin el bactericida del frío y se propagarán más rápido por todo el planeta. amén de los productos químicos y fibras sintéticas que ya son parte del aire que respiramos. además los medicamentos que se distribuyen, hoy por hoy, en la sociedad, están mermando la inmunodeficiencia natural atrayendo todo tipo de enfermedades al organismo. dentro de poco, si no se remedia, la raza humana será lo más parecido a un planeta de zombis o muertos vivientes. se deformarán los cuerpos: craneal, pulmonar y físicamente. la constitución será debil; brazos largos y raquíticos pues el acto de respirar sólo con una parte de los pulmones debilitará la constitución interna. algo a tener en cuenta serán las glándulas salibares y el grado de sal en las mismas. es muy posible que con la disfunción de yodo en estas glándulas se tienda a beber con más frecuencia de lo normal y este efecto sea contraproducente, a la par que vicioso, al crear un drenaje antinatural arrastrando más de lo estrictamente necesario.

No hay comentarios: