nunca había escuchado

a preso alguno hablar bien de la cárcel. Me ha sorprendido o no, que a Puigdemont sí le gusta y a demás...: compite por quedarse de profesor de historia. Ya me voy oliendo qué clase de historia les quiere introducir en los domos personales y de vacío contenido de mental... Los presos, muchos de ellos, tienen pocas posibilidades de llevar la contraria a Junqueras si les va comentando que Colón y todos aquellos personajes importantes de la historia, son catalanes. Que son los pasos que están dando en las aulas a sabiendas de que ningún pequeño se puede rebotar contra el profesor por su estado natural de ser y estar. Cuando se haga mayor y se de cuenta que le han estado mintiendo aquellos que deberían sembrarle de buena cultura  y mejores modales... se cagará en sus muelas y pedirá le reembolsen el dinero que le ha costado sus estudios. Tener en mente que Puigdemont, Junqueras, los Turrull y los Batifurrull hayan sido los adalides de una conquista catalana, puede resultar insultante allá donde se diga. Nunca dirán que fueron unos cobardes, unos ladrones, unos miserables y unos cagarrutas...

Total 
que Junqueras se mantiene en forma dentro del penal y no quiere salir. Va llorando a las cámaras lo muy constitucional que es. Así, como la gran amistad que le une a Puigdemont. Ya solo por este motivo, debe ser considerado culpable de cualquier fechoría que haya hecho o dicho en su vida pública y particular. Ser amigo de un huido, de un mamarracho, de un patán político y un golpista y golfista contra el Estado Central, se merece una condena de por vida.
Dejarle donde esta porque así los españoles sabemos que no darán otro golpe a la Constitución...