Este es monje catalán, lo que viene a decir, cruzado, y está llamando a los suyos para formar una yeguada camino de la conquista de España, partiendo del inframundo de Montserrat. Que para aquellos creyentes hay una escalera que conecta con el Inferno de Dante. Tan es así, que mucha gente ha visto y comentado cosas raras en ese montículo. Imagino que serán las misas negras y con ellas la aparición de entes diabólicos que les tienen la sesera comida. La de Junqueras está gastada de tanto que le han sorbido el seso.
Por su edad los conoceréis y sabréis de qué régimen viene el sujeto.
Estoy seguro que a Franco no le dijo que era rojo-rojo y que estaba viviendo de él para un día montarla parda reuniendo un grupo de templarios contra su España. Ahora sí puede hacerlo. Se siente seguro de que Franco no va a levantar la cabeza y ha cogido confianza en semejante labor de conquista.
A Dios rogando y con el mazo dando. Sobre todo con amor. Con el mismo amor que ha dicho que Cataluña independiente debe tener un ejército. Imagino que las armas se las comprará Cataluña a la fábrica del Vaticano. La pela es la pela.
Es lo que está haciendo el monje con la oblea en la mano y la bandera al costado. El mismo ejemplo que dio Jesús: portando una bandera palestina y un pan candeal, entre judíos.
Si miramos bien la imagen vemos que la estrella está marcando la cara del macho cabrío, en una misa cristiana. Pero es normal, hace referencia al diosito que adoran en el interior de Montserrat. Es el Becerro de Oro al que han adorado siempre, y vienen con cara de buenas personas conquistando corazones. Cosechan y recogen energías que sueltan en el interior del templo pagano e infernal. Lugar de reuniones clandestinas con capuchas, caretas y antifaz. No quiero saber qué hacen en ese lugar tan visitado por altas personalidades catalanas. Si es que se les puede llamar personalidades a ciertos jueces, banqueros, políticos y gente de mal vivir.
Pues, esto, señores, es la iglesia del beato, boato y Blanco Ariel.
Espero que su Señor del inframundo le done con todo aquello por lo que le ha vendido su alma.
Por su edad los conoceréis y sabréis de qué régimen viene el sujeto.
Estoy seguro que a Franco no le dijo que era rojo-rojo y que estaba viviendo de él para un día montarla parda reuniendo un grupo de templarios contra su España. Ahora sí puede hacerlo. Se siente seguro de que Franco no va a levantar la cabeza y ha cogido confianza en semejante labor de conquista.
A Dios rogando y con el mazo dando. Sobre todo con amor. Con el mismo amor que ha dicho que Cataluña independiente debe tener un ejército. Imagino que las armas se las comprará Cataluña a la fábrica del Vaticano. La pela es la pela.
Es lo que está haciendo el monje con la oblea en la mano y la bandera al costado. El mismo ejemplo que dio Jesús: portando una bandera palestina y un pan candeal, entre judíos.
Si miramos bien la imagen vemos que la estrella está marcando la cara del macho cabrío, en una misa cristiana. Pero es normal, hace referencia al diosito que adoran en el interior de Montserrat. Es el Becerro de Oro al que han adorado siempre, y vienen con cara de buenas personas conquistando corazones. Cosechan y recogen energías que sueltan en el interior del templo pagano e infernal. Lugar de reuniones clandestinas con capuchas, caretas y antifaz. No quiero saber qué hacen en ese lugar tan visitado por altas personalidades catalanas. Si es que se les puede llamar personalidades a ciertos jueces, banqueros, políticos y gente de mal vivir.
Pues, esto, señores, es la iglesia del beato, boato y Blanco Ariel.
Espero que su Señor del inframundo le done con todo aquello por lo que le ha vendido su alma.
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