
Bien
como hemos comentado la imbecilidad dentro del grupo feminazi ha disparado una forma de conducta que llama a la agresión. Si voy en el metro o autobús me tengo que sentar como a ellas quieran, pudiendo ser agredido con lejías u otros productos. A mí no me importaría que ellas se sentaran espatarradas, como tampoco me importa que se morreen unas a otras, en plena calle. Cosa que, a veces, lo suelen hacer como provocando el vómito. A mí, el vómito, se me pasó, cuando pude hacerme la primera paja. Lo que sí digo es que si una imbécil o un imbécil me tira algún tipo de producto... se lo hago tragar.
Es tan despreciable el papel o roll que han tomado estas imberbes que llena de pavor ver como, entre los miembros de la familia, se disparan insultos de género.
Desmembrar la familia es el camino o trabajo que se han impuestos los judíos para desmantelar el mundo y ponerlo a los pies de su Dios. No hace falta nombrar a Soros, como culpable de ese movimiento feminista y al recibimiento con el que Sánchez le congratuló nada más subir a la Presidencia. Una forma de agradecerle las cantidades de dinero que están recibiendo para que tomara el poder y poderlo mantener.
Espero sinceramente que los españoles seamos sensatos y defenestremos a Sánchez y al judío sionista Soros.
Nada más.
Nada más.
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