vuelve la tita Espe renovada y empírica, cual oblisco mesopotámico, o, cual Rita, en orgullo Gay.
Vuelve con las Espes renovadas y cantando el mesa culpa (que no el Cara al Sol, de momento), por haberse marchado tan pronto y por un arrebato con un mea pilas, como Rajoy. La Espe se fue a refugiar a Cataluña y no vuelve cabizbaja (como Mariano ante Putin cuando le notificó que España perdería ante Tokio), sino cabeza alta, orgullosa de tener como amigo y colaborador a Mas, quien la apoyará a sustituir a Rajoy, que en definitiva, "no es nadie"; un berberecho en boca desdentada y que es difícil de tragar. Nuestra Espe vuelve. Y vuelve como vuelve el turrón en Navidad: con vítores y glorias; como corresponde a una Grande de España.
Por mí, os podríais ir a hacer puñetas, o como dijo Gallardón a su "rival" Wyoming: "sois bueniiisimos". Gallardón siempre ilustra adecuadamente a los pijos más pijos del PP. En esa forma de traje de ropero o de prenda sin usar.
¡Menuda tropa!
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