de la que no ha salido, ni aún, llevándola a la situación en la que quedaron las cajas de ahorro, hoy bankia. Rodrigo Rato se acomoda en el consejo asesor internacional, del Banco Santander. Su misión en el citado consejo, es ni más ni menos la de hacer nada, solo y exclusivamente poner la mano a final de mes para llevárselo crudo y calentito los 200.000 euros anuales, por solo estar. No tiene ni que pensar; nada. No hay reuniones: a caso dos al año, y él se embolsica ese pastizal, porque como ya hemos visto en Bankia, hizo lo que nadie se atrevía a hacer: arruinarla totalmente; desde los cimientos al techo. Y el resto de bancos se aprovecharon de la huida hacia delante de los inversores y demás asustados ahorradores. Ahora es tiempo de cobrar favores al quedarse sin empleo como consejero asesor de telefónica para Latinoamérica y Europa. Todo un currículum vitae, el de este señor, que vuelve al Santander del que nunca devió salir. ¡Faire vous jeux, mesieur-dames!
miércoles, 18 de septiembre de 2013
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