miércoles, 21 de marzo de 2012

recurrir al interior

Aunque parezca un título un poco religioso, es conveniente que nos demos cuenta que cuando una persona adquiere una cierta edad avanzada, su mayor amigo es el miedo. Necesita de alguien que supla su soledad y hasta su posible desenlaze con el cuerpo. ¡Ésto es humano! Pero, a la vez, nos hace insensible con nosotros mismos, por la carencia de factores como los que comentamos. Sin embargo, dirigir la mirada hacia la persona que soy, y que está paseando, viendo, conviviendo con el mundo que nos rodea, etc. etc. descarga el potencial de miedo, hacia una realidad comprendida. ¡Yo nazco solo! Y puedo irme, perfectamente solo, a investigar qué hay más allá de este mundo. Sólo hay que echar la vista atrás, para darnos cuenta que, de momento a momento, hay una persona que abandona este mundo a la que es, realmente su casa.
Opinar si estáis o no de acuerdo.

No hay comentarios: