Los científicos están como el gobierno español: “con predicciones espontáneas, del momento”. Lo que parecía ser una consecuencia del calentamiento global, resulta que no es así. La capa de ozono está mermando y no saben las causas que lo provoca. ¡Todo un hallazgo de científico loco! Hasta el chaval que se luce en un programa de la cuatro y al que nunca le salen los experimentos, tiene más atino que los científicos oficiales. Decían los mismos que Dios no existía, ahora resulta que otros (científicos) lo han encontrado. ¡Qué la Tierra se calienta, resulta que no era verdad y encima va hacia una glaciación! O sea, es una detrás de otra que me indica que dan palos de ciego. Símil: gobierno.
Pensamos muchos en los posibles de los científicos actuales, dotándoles de poderes sobrenaturales que nos van sorprendiendo día a día. Creemos tienen o tenemos ya inventados artefactos difíciles de pensar para un profano como yo o como usted, hombre de a pie. Pues una de dos: o están disimulando mucho sus inventos y no los divulgan por ser muy mentirosos, o están como en la Luna de Valencia, a verlos venir. Con las noticias que llenan nuestros pesebres diarios, a fecha de hoy, si tuviéramos el poder de investigar, la historia habría que reescribirla. Creo que ni ellos mismos saben dónde está la verdad a la que han echado tanta mentira. ¡Pero son los científicos y no hay Dios que les tosa!