Existe la posibilidad de un incremento de enfermos por cepas o virus dormidos y contenidos en la atmósfera, producto de las fumigaciones diarias que recorren de norte a sur y de este a oste toda nuestra piel de toro. Estos virus se despiertan en nuestro organismo…, o bien por el calor de 36-37ºC, o por la estimulación energética de la dispuesta en el ambiente, o por vibración de los aparatos que nos rodean; caso: estimulación grano de maíz con teléfonos móviles. La cuestión es que estos pequeños seres se multiplican rápidamente, te bloquean el sistema inmunológico y crea un malestar puntual importante, aunque no hay presencia de fiebre como nos tenían acostumbrados los constipados de temporada. ¿Nanotecnología espolvoreada? ¿Qué tipo de animal, vegetal, mineral o tecnológico, nos están infiltrando en nuestros cuerpos que las defensas naturales no los pueden detener? Lo que sigue patente es, la fumigación controlada y la poca repercusión que hay en los medios de comunicación. Es verdad que en Internet se mueve la noticia desde los cuatro puntos cardinales del país, pero parece que los altos dignatarios no se dan por enterados en este medio, será tienen el síntoma de los tres monos chinos: no ver, no hablar, no oir. ¡A ver cuando les entra el síntoma del parado: no cobrar!
Hay que tener en cuenta, en cuanto a la moda, la carencia, ausencia o despojo del vello que cubre nuestro cuerpo, agente importante a la hora de retener cierto tipo de impureza en el medio.
lunes, 3 de mayo de 2010
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