Hombre, no es normal que en España se estén dando puntual determinados factores desestabilizantes para rompan la economía, la política, la fisonomía, del país. El que no se dé cuenta es que está fagocitado por uno de esos estados calamitosos. Y por si ello fuera poco... nos aparecen en Granada cinco fuertes sismos en una hora en la que los granadinos están recogidos en sus casas. Menos mal, dirían algunos, que no hay turismo en la zona donde pudiera peligrar más gente. <<Mal de muchos consuelo de tontos>>. Y para que la cosa vaya mejor... pues nos han propuesto que gastemos el dinero de la vacunas triplemente. Es decir, la primera se la han puesto a un número pequeñísimos de españoles..., los cuales no tendrán la segunda, porque el pirateo que hay en el mercado mundial hace posible que solo vivan los árabes. Los jeques árabes y sus múltiples amistades: responsables de que hayan subido las vacunas en la cotización mundial. ¿Pero no era algo humanitario cuyo valor estaba negociado en Europa? Sí, pero resulta que la avaricia ha roto el saco y los fabricantes o farmacéuticas, se están frotando las manos por el negocio redondo en el que ha sumido China el mapamundi. El que tenga para comprarlo a precio de oro: podrá vivir; el otro morirá: <<Selección de la especie>>. ¡Y un huevo!
Pues bien;
en eso nos han convertido por una parte Estados Unidos y por la otra Rusia. Rusia con Estados Unidos y China. Los poderosos con los poderosos: como haríamos cualquiera de nosotros. Y en esos estamos, nosotros, metidos en un berenjenal que no hay Dios que nos saque de esto. Menos mal que nos vienen catorce millones de naves extraterrestres, amigos de Carlos Jesús, (aunque creo recordar que llevamos 30 años esperando; un poco lentos. La distancia, será) y nos sacarán en el último momento de nuestra catástrofe. Sí; de nuestra catástrofe que no somos capaces de salir por nosotros mismos. Somos los que asombramos al Universo con nuestro sentido práctico de vivir. Y, qué decir del medio. ¡Dios mío! En eso estamos más millones de años perdidos... ¡qué más da unos años más que menos!
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