Como todos sabemos el uno de mayo es el día del trabajador sindical. Ese día al que se dedican con afán puesto que el resto del año están fuera de servicio. A, excepción, de que los trabajadores sindicales estén de huelga y cazarolada. Que es la mayor vergüenza que le puede pasar a un sindicato: el que le hagan huelga sus propios trabajadores, por falta de cobro. Así, UGT, se vió lanzado al estrellato con unas cazaroladas y gritos de chorizos. ¡Y eso que eran trabajadores del sindicato!
¿Hay algo más grosero que unos sindicatos alimentados por las diferentes formaciones políticas y con un sueldo anual de 45 millones, para cada uno, se salten lo que deven defender de sus propios trabajadores y afiliados? ¿Con qué cara se pueden enfrentar a una empresa caudillo que hace lo mismo que el sindicato? Estos son los sindicatos de las empresas que No de los obreros.
Teniendo este conocimiento cada vez los trabajadores pasan más de los sindicatos y pretenden quedar bien con aquellos pocos que salen a gritar para hacerse valorar dentro del muladar.
Eso ya no cuela.
Los obreros ya no son tan obreros y se han hecho más listos. Por eso están dejando de ser o pertenecer a los sindicatos que les representaban.
¿Dónde han quedado esos sindicatos representantes de los trabajadores?
Pues se quedaron dentro de las empresas para seguir trabajando a costa de los despidos autorizados por los sindicatos.
Menos, mire usted, por donde, en las Cajas de Ahorro y Monte de Piedad en la que trabajaban hasta que tuvimos que rescatarlas por un monte de 60.613 millones de euros garrapiñados.
Sí. Garrapiñados.
Garrapiñados por los sindicatos y los trabajadores políticos del momento. Tanto la psoe como el PP fueron los responsables del desfalco de esos dineros que nunca se pudieron reponer.
¿Manifestaciones? ¿Sindicatos? Iros todos a tomar por culo.
Este día hay que quitarlo del calendario de celebraciones. Así como los 45 millones a UGT a CCOO y a la Patronal.
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