Mientras que mantenemos la certeza y nombres de los ladrones, Dimas y Gestas, crucificados en el Golgota... se nos presentaron dudas de la crucifixión de Jesús. Pero no pudo haberlas dado que el único sellado y dado por verdadero, y apresado por los romanos, fuera este personaje mesiánico. Además, reconocido por simpatizantes de otras religiones... como gnósticos y esenios...
La duda surgio a medida de que en uno de las estaciones de la Vía Crucis, estando Jesús en el suelo con la Cruz sobre Él, se le acercó Simón el Cireneo, a la orden de un soldado romano, y cargó con ella hacia el lugar llamado el Calvario. Allí, y por error de identidad, se crucificó a Simón en vez de a Jesús.
Creo que la duda ofende.
Nunca se pudo confundir la figura de Jeśus por Simón, dado que éste era joven y no había sido sometido a tortura o tormento su cuerpo. Como lo atestiguaban sus ropajes.
Reconozco que tuve mis dudas con la, supuesta, resurrección del Maestro. Sin embargo me cuadra la teoría de que para dejar de reencarnar es necesario conseguir un nivel de espiritualidad lo suficientemente elevado como para convertir la materia corporal en átomos espirituales y, así, subir en cuerpo y alma al Cielo. Mientras la materia física encarcele el poder espirtual, seguiremos reencarnando e inducidos a seguir repitiendo el procesor hasta conseguirlo. Este sistema lo tenemos representado en la Sábana Santa o Síndone. Lo que nadie ha conseguido descifrar, hasta este momento en el que los plasmo, la simbología del proceso.
Jesús fue un personaje que nos convidó a seguir sus pasos y el método para conseguir andar por el único camino que existe para salir de este plano-planeta carcelario.
Cuando nos instó a coger nuestra Cruz y seguirle... nos enseñó la primera piedra observable, para comenzar el camino. Convertir nuestro cerebro en caja de resonancia de todas nuestras emociones y conocimientos, y la Consciencia como método de observación. Cuando la Consciencia eleve todo el potencial atómico que poseemos en el interior... la materia se convertirá en partículas, y estás, en la radiografía en una sábana.
Espíritu y cuerpo serán la misma cosa. Y espítitu y cuerpo volverán como el "hijo pródigo", de retorno, a la casa del padre.
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