de los pueblos semiabandonados.
En España cada vez hay más pueblos abandonados por razones varias.En primer lugar no hay quien invierta en nuevas tecnologías si no tiene claro que le pueden ser rentables. Sabemos que muchos ganaderos y labradores están intentando modernizar sus métodos de trabajo pero en la cabeza de los gobiernos está en ponerles todas las trabajas del mundo. Hoy no es rentable la ganadería ni la huerta ni la agricultura y, menos, cuando el gobierno ahoga los recursos en vez de potenciarlos. Hoy, la vida en los pueblos semiabandonados, solo sirve para un determinado grupo de gente mayor..., que intenta -mediante sus pensiones- cultivar lo justo para su gasto diario. Debemos reconocer que hay pueblos que no tienen los medios ni la capacidad de cobijar a gente con la carencia de casi todo. Y digo casi todo porque no tienen donde comprar determinados productos y, tampoco, la seguridad de atención médica. ¿Si fuera lo contrario por qué se han quedado abandonados?
Esta pregunta nos adelanta en el conocimiento de por qué se encuentran pueblos, ya, desde la mitad de España para arriba, fuera de toda concepción de vida. ¿Se hubieran ido sus habitantes por generaciones si la situación fuera distinta?
No.
Creo que la gente autóctona seguiría viviendo en su casa en vez de abandonarla en pro de una vida de globalismo urbano.
De todos modos hay muchos pueblos que no han tenido nunca una asistencia médica en condiciones, ni medicamentos paliativos, ni una figura que se hubiera perdido por aquellos andurriales como les pasa ahora a algunos que se encuentran, mochila en hombro, por cualquier lugar de la Península.
Nunca me busquen en pueblo, ni aldea, ni nada que se le parezca. Es una engañiza el que se hagan videos de este calado en busca de voluntades para medio ocupar lo eternamente abandonado por sus dueños de generaciones. Invertir en casas rurales se debe de estar bastante mal como para abandonar la urbe y sus métodos de vida compensatoria.
Los pueblos son muy bonitos si vas para un fin de semana y, sabiendo, que vuelves a la ciudad al calor de los urbanitas.
Conmigo no contéis que de pueblo vengo...
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