La Gota Fría

 que no fue tal La gota, ni fría. 

A cuatro meses de la Riada en Valencia los políticos y los periodistas de línea partidista no paran de tirarse piedras a nuestros propios tejados. Me refiero a los tejados de los españoles que con tanto ahínco supieron... y tomaron... las escobas, palas y cubos, para ayudarse unos a otros. De los políticos ni se supo ni se les esperaba. Pero es que no se les espera, ya, en ninguno de los problemas que tengamos o podamos tener... cualquier español de a pie. Estamos gastando nuestro dinero dando de comer al perro que te muerde la mano. Nadie tiene un perro semejante menos los españoles que somos unos pasotas desde los tiempos del Diluvio. Por eso mismo hemos tenido 337 muertos por una Gota Fría que no fue tal. Según atestiguan quienes lo vivieron en sus propias carnes. 

Estos mismos comentaron que la lluvia no era fuerte. Que llovia suave. Pero que luego vino una tromba de agua producida por haber abierto o haberse roto el embalse de Buseo. 

Al principio fue visto un túmulo de agua que bajaba lentamente hacia el Poyo. Más menos se estimaba que la bajada fue de 2 a 4 metros por segundo. Según el Mundo la apertura de las compuertas dejó libre a un caudal de 900 metros cúbicos. Imparable la cantidad y fuerza del torrente asoló todo lo que tocó a su paso. Y con ella dejó angustia, desolación y muerte. 

Y como nos vienen deleitando: echandose la culpa unos a otros porque todos son culpables. Tanto el gobierno central; como los gobiernos municipales. Que no se vayan escaqueando que espero la justicia ponga a cada uno en una celda y dios en la de todos ellos. Así, Dios, aprenderá también, que no es bueno crear individuos de la categoría de los políticos, para que los criemos los demás. ¡Basta! de tanto miserable e importante cargo que el político no se merece. Se lo merece alguien que jure dar su tiempo en beneficio del pueblo... que para eso le paga sus desvelos. El que no esté dispuesto que coja el hato y se eche al monte a criar cabras. De esta forma se dará cuenta por sí mismo lo que cuesta sacar el dinero para pagar a un político. Y menos enfrentamientos, y menos miserias.