sábado, 25 de julio de 2020

¿Piensa alguna vez, el Alcalde,

en la ciudad valenciana?
Valencia está dejada de la mano de Dios y del Diablo. Nadie se acerca a la capital del Turia, no ya por el virus, sino por la dejadez que yace en sus calles, en sus monumentos y la falta de vida humana que debe alimentar la alegría de vivir en ella. Le falta mirones de catedrales, de escaparates; y le sobran las  obras de la plaza, pedigüeños varios, ladrones de guante blanco, marroquís peleones y rumanos desquiciados. Se han dado cita en Valencia todos los sobreros empobrecidos de las empobrecidas castas, y niveles miserables de conciencia. Baste darse una vuelta por las casas de caridad y te darán ganas de coger una vara y varear mentalidades. El buenismo no es bueno, degradando hasta la mente que lo utiliza. 
¿Tal vez nuestros políticos son buenistas a grado sumo? 
Creo que si.
¿Están los valencianos hasta los cojones de los políticos y de sus buenismos?
Creo que también.
¿Estarán -desde Europa- conspirando contra los intereses turísticos de España?
Según está Valencia, actualmente, pensamos que lo del virus es un medio físico de atentar contra el turismo mediterráneo, e intereses de los españoles. España no sé si aguantará las empresas cerradas, los negocios en quiebra y la gran parte de la juventud en paro técnico... Y, encima, pidiendo dinero a Europa para endeudarnos hasta el fin de nuestros días.
¡¡¡Qué buenas personas son nuestros políticos social-comunistas!!!

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