En primer lugar mirad fijamente la foto y sacar vuestras propias conclusiones. En segundo lugar no vomitéis por la imagen. En tercer lugar la reina nuestra parece un florero recién sacado del horno. Parece un tirolés suizo, amigo, seguro, de Urdanga y la Tonta el Bote. Es verdad que Dios les crió y ellos se juntan. Pero... lo verdaderamente disfuncional, es el careto de la reina madre. Esa que sustenta la corona orlada de flor de Lis y cruz templaria. La Cruz de Malta...: la misma a la que pertenece nuestra real monarquía. Como vemos no es casual que las fotos las tomen por que sí. Hay siempre alguien que vomita orgullo real y se hace radiografiar con el perifollo puesto o la cornamenta ensamblada. Lo principal, para ellos, es salir a imagen de su propio orgullo y como garrapata animal. Y ésto no es ninguna tontería. Es verdad que por las redes se dicen cosas como que la hija del taxista le gusta la fiesta más que a un tonto una gorra de cuadros y que, a la reina madre, la sangre de jóvenes. ¿Tal vez por eso se perfila con ese color juvenil sin arrugas? Algo pasa en las monarquías que no es normal. Hay un gen que no utilizan y se les ha corroído.
viernes, 10 de marzo de 2017
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