En el caso de que el hermano de Merkel, Putin, cierre el grifo del gas a Europa... ésta, Europa, habrá colapsado en todos y cada uno de los socios comunitarios que representan al euro. Rusia habrá ganado, en pulso político, a todos los comunitarios europeos. No solo que haya pasado sobre la piel de los alemanes... sino que a través de Alemania nos ha meado en las perneras de los pantalones, al resto, como un perro caucásico asilvestrado. Y, todo, después de que hayan intentado amaestrar al "Perro" y les haya salido rana. Tanto con hacerle un vacío existencial a Rusia y resulta que ha salido más beneficiado que nunca. Hasta Alemania que postaba por no cooperar con Rusia, ha sido la primera que no ha dejado de hacerle carantoñas a Putin. Todo un dechado de virtudes alemán. Como siempre, jodiendo la vida a todos los socios de la Unión...
Ahora es el mejor momento de coger las riendas políticas de cada Nación, y ponerse a trabajar para seguir trabajando en las minas de carbón; empezar a montar centrales nucleares y, limpiando los montes como Dios manda que deben limpiarse para que no nos vuelvan a pasar los incendios año tras año.
Que Alemania haga de su país un sayo, y cada uno nos iremos acostumbrando a ser independientes del resto de la Comunidad. Iremos acostumbrando a la eurozona a que cada cual debe ser autosuficiente y, cooperativista, con el resto... Mientras no sea así que tomemos las riendas de nuestra España, cualquier mindundi será capaz de entrar y robarnos las meriendas. Y aquí, es, donde entra a formar parte de la guerra mundial, las fuerzas oscuras contra las fuerzas de la luz. El Mal contra el Bien. Ese "Mal" que incendia un país, mata a ciudadanos con vacunas, e intenta matar a media humanidad controlando la atmósfera con todo tipo de minerales en polvo. El "Bien" no debe dejarse vencer <<poniendo la otra mejilla>>, porque, <<perder>>, no soluciona la agonía del planeta Tierra.
Es hora de decir ¡basta! a los causantes de todas las fechorías que arruinan la vida natural de los seres humanos y animales.
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