lunes, 17 de julio de 2017

si yo os dijera Rusia

lo primero que os ocuparía la mente ¿sería...? Putin. Natural. Pues, él mismo, quiere perseguir (como dominico), las prácticas de ocultismo, en ese país. Un país donde el ocultismo es el sancta sanctorum, empezando por el kGB, al cual perteneció Putin. Y cómo no hablar de Grigori  Rasputín: místico; con una gran influencia en la dinastía Romanov. ¡Vamos, que era una especie de pitonisa gobernando Rusia, a través de los zares! Un vidente que tuvieron que matarle tirándole a las frías aguas del rio Neva, porque ni con matarratas ni a cuchilladas ni asustándole, fueron capaces de atentarle. Un país de ortodoxos, coptos, fanáticos, no puede imponer la autoridad sobre los aquelarres. Como en Rusia, en España también hay gobiernos que han recurrido a las prácticas santeras para predecir el futuro del país. Mariano, sin ir más lejos, tomó prácticas de santería lésbica con su joven masajista. Por eso, en España, no nos va tan mal. Es más, vienen de todas las partes del mundo a contribuir con sus fiestas gay. ¿Tenemos o no tenemos un vidente dentro del gobierno? Una demostración de descomposición de las políticas del presente.

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