jueves, 20 de julio de 2017

Blesa: el pobre hombre

que, no, el hombre pobre.
MIGUEL BLESA
Su última cacería ha sido para sí mismo. No ha soportado el ojeo de la justicia y ha decidido ponerse tierra encima. Parece mentira con lo que saben y toman medidas tan drásticas. Hoy las cárceles son de 5*, y sobre todo si puedes pagarte el economato. Hubiera sido fácil para él comprar en el Mercadona penitenciario, con la tarjeta black. Otros lo tienen peor. Total, que, con su acción, se extingue la responsabilidad penal. Esto último es de cajón, aunque sería conveniente se cumplieran las causas penales en el módulo correspondiente, aunque sea dentro del ataúd. Así aprendería su espectro que ni siquiera muerto se escapa a la justicia. Si hay vida más allá es natural darle un escarmiento a su espíritu para que no vuelva a repetir lo mismo en siguientes vidas. De ahí el libro egipcio de los muertos. Donde se le daba una charlita al difunto en el más allá. Total, que se ha matado, y eso no justifica lo bien que lo ha pasado cuando disponía de lo que no era  suyo. ¿Sería macabro pensar si otros tuvieran la misma disponibilidad de arma? Tal vez Aznar debería repartir algunas a sus socios.

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